
Lamentablemente no hay mucha información sobre estos actores, pero trataremos de ilustrarlos de la mejor manera posible.
El Dragón es interpretado por Carlos Alcántara, un ex pataclaun, que en los 90’s tuvo mucho éxito interpretando al popular Machín, un típico peruano machista que abusaba de su mujer. Fue también co – conductor del nefasto programa Lima Limón de canal 4, junto a la guapísima Laura Huarcayo. En esos tiempos lucía unos dreads impresionantes. Luego no se supo nada de él hasta la primera temporada de La Gran Sangre, donde encarna al poderoso y misterioso Dragón.

Mandril es encarnado por Pietro Sibille, valgan verdades, uno de los mejores actores peruanos, estuvo como protagonista en la película nacional “Días de Santiago”, donde interpreto el papel de un soldado que lucho contra el terrorismo y el narcotráfico. La película tuvo muy buenas críticas tanto en nuestro país como en el extranjero, estuvo nominada a Mejor Película extranjera por la Academia (El Oscar). Hizo muchas obras de teatro como Misterio, de donde nació la idea principal para la serie de televisión del mismo nombre, donde Pietro gano aun mas adeptos por su impecable trabajo. También estuvo en la serie Lobos de Mar donde interpreto a un orate llamado Zacarías, algo desagradable aquel personaje.

Aldo Miyashiro es el inigualaboe tony Blades, una especia de seductor medio frustrado y muy florero, su vida tuvo un matiz especial.Primero ingresó a Derecho, de la PUCP, y luego de un tiempo encorvó su camino a Literatura. Después, viró al Periodismo, en Bauzate y Mesa. Tuvo su época de ropa incaica, lentes de intelectual y pelo muy largo. Parecía pose, pero la gente más cercana sabía de su consumo literario.
Estudiando Periodismo tuvo que matricularse en el curso de Dramaturgia. Ahí, sin escenario , descubrió que quería ser director de teatro porque tenía urgentes historias que contar. Y con su primer manuscrito "No amarás", a finales de 1999, fue a todos los teatros limeños, pero ninguno aceptó, hasta que en uno le dijeron que la querían ver representada, por 20 minutos. El Chino llamó a ocho de sus amigos actores y pasó la prueba.
Su primer papel como actor fue de travesti en la misma obra que el escribió.
Luego de esa actuación se dedicó a escribir y dirigir. Dueño de su soledad, escribió su segunda obra: Función Velorio, con la cual ganó varios premios nacionales y hasta uno internacional. La obra fue publicada en España y el correo le trajo un cheque de regalías.
Su tercera obra fue Los hijos de los perros no tienen padre y la cuarta, Un Misterio, una pasión, la más conocida, que escribió en un día pero pensó un año. Y con la cual se animó a volver a actuar.
Escribió Misterio su gran éxito, y eso se debió a su ferviente amor por el equipo de la mitad mas uno de todos los peruanos, Universitario de Deportes, conoció a Misterio y eso ayudo en la realización de la obra.
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